sábado, 1 de septiembre de 2012

Fragmento De Inflexión


Estás tan lejos que hasta te puedo tocar con los dedos carnosos de la mano de mi brazo mutilado. Eres tan sencilla que comprendes mejor que nadie mis rarezas más complejas, las que nadie ha entendido y por las que me encerré voluntariamente en este psiquiátrico de paredes de palabras, de fuentes húmedas, de cosquillas. Pero tengo que seguir tomándome las pastillas que me matan el hígado, para seguir despierto en el mundo absurdo que nos contiene, porque dormido no se construyen edificios que se mantengan de pie. Sigo afilando más las flechas de mis expresiones, tanto como para entrar en los sueños y cambiarlos, como para tocar la genética y modificarla; tanto quisiera, claro, para protegerme de este miedo que te enamora. No puedo quererte tanto porque no debería hacerte tanto daño, aunque como tú eres yo, quizás acabe matándote de amor. Yo no encuentro significados ni sentidos ciertos, porque si los hallo me doy cuenta de lo diablo que puedo ser, asesino de esperanzas y destructor de mi propia constructora. Yo, despierto, construyo un estable camino aparente desde la quietud de mis piernas sepultadas bajo el cemento y el asfalto. Y he cuidado tanto cómo decirlo, que hasta las palabras han tomado vida y me han devuelto, por su propia voluntad, un poco de cariño.

(Acaba la escena)

No hay comentarios:

Publicar un comentario