Qué fácil es romperlo, y si prendes una esquina arde en un segundo por
completo. Hay demasiado hueco y se mueve la idea negativa a sus anchas:
inevitable que no crezca y se desarrolle. Me aferro sin saberlo a los cables
invisibles que me impiden ser alguien diferente: tal vez sea eso lo que en su
discurso ininteligible y sangrante quiso decir. Soy trozos de mucho para
conformar una nada, una comunicación rota entre muchas partes, tantas que es
inviable su comunicación. Y quizás siga yo empeñado en buscar el diálogo entre
ellas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario