Es el mundo de un loco, es lo que yo quiero que sea (o lo que quisiera), lo que quiera que sea yo.
viernes, 26 de julio de 2013
Vibraciones
Todo
está quieto. El mundo está quieto. Incluso mi abuelo el río, por moverse
siempre igual, está quieto. Las cosas permanecen cadentes a lo largo del
tiempo, si no fuera por ti, que te sientas a esperarme junto al río, sobre la
roca lisa, secándote el sol que hay en tu piel, pensando cuánto más tardaré en
llegar. Pero yo me muevo rápido, alterando la vibración tranquila del pueblo
drogado, y muevo el puente y las hojas de los árboles con los ojos cuando te
observo, distraída, allá a lo lejos, pensando en cuánto más tardaré en llegar.
Ya llego, ahora lento, pausado, fundido con el viento, contigo, con el respirar
continuo del abuelo río, triste por sentirme pequeño y amo de lo que muevo,
pequeño por no poder mover con arte todo el arte que recibo. Pero eres tú,
bueno, es nuestro abrazo, tu suspiro distraído para que no descubra el vibrar
de tu sexo, de tu sexo cálido y latiente, todo el mensaje contenido en tu
silencio, en tus miradas, lo que hace que se mueva con un brillo mágico de
verano, que mueve los miles de años de vida que tiene esto que nos envuelve,
esto que tenemos.
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