martes, 19 de mayo de 2015

La Máquina Humana


No son arterias sino alambres, ni corazón sino placa base, ni dedos sino cristal táctil. Quizás el olor del pino, las palabras como balas, los sentimientos como crucigramas o madejas, han hecho de este humano máquina, de este amor un puzle, un enigma. También puedo ir cambiando las piezas, la humedad por perfume, la cerveza por agua, los clavos por pan, los comandos por sensaciones. No temas sólo espera, no pienses sólo sonríe, no juzgues sólo ama, no luches sólo comparte. Son corazas de miedo, músculo de lamentación, autismo, poemas, malas vivencias, dolores, recuerdos. Son de carne los besos, ya tan de verdad, ya vividos, tan de fiesta, de niño; que no serán espacios sino carrerillas, ni silencios sino reflexiones, ni malentendidos sino intenciones, ni males sino aprendizajes. Me vengo al triste porque es más profundo, más tranquilo, más verdad. Aquí estoy solo contigo, solitario con tu ayer, temblando tus deseos, ansiando todo tu tú. Romántico loco necesitado, romántico estúpido creyendo tus gemidos, tus voces, tus ideas, tus labios, tus manos, tu cuello, tus senos... Me creo todo lo que veo, y todo lo que no veo, como si fuera a sobrevivir a tus fuegos; en los juegos y en la verdad nunca gané una lotería, ni un romance ni un sueño excesivamente grande, todo morralla, restos, escoria, supervivencia. Ahora despierto y adoro tu necesidad porque duele, porque te maltrata como a mí. Así que te espero para cuidarte, para hacer de nuestra ruina, tal vez, una vida, digna. Y es la paz la que me dicta que un segundo de ti debe ser el resto de mi existencia, para no quedarme triste cuando muera...

No hay comentarios:

Publicar un comentario